Desde entonces ha padecido erupciones volcánicas, la más fuerte produjo la aparición y desaparición de una pequeña isla.
Una inspección batimétrica de Manbou fue realizada utilizando el resonador "PRD-601" cada 0.2 millas náuticas (aproximadamente 370 m).
Shoyo realizó una inspección exhaustiva que incluyó relevamientos geológicos y geofísicos del fondo marino.
La inspección batimétrica de Shoyo fue realizada utilizando un resonador "Seabeam 2112" cada 0.5 millas náuticas (aproximadamente 930 m).
Se ha obtenido una grabación que muestra la presencia de burbujas cerca de su cúspide, como también un micro terremoto cerca del Myōjin-Shō, con lo cual se comprobó que el volcán aún permanece activo aunque con una actividad menor.