Museo de la Gran Cartuja

Estos antiguos edificios fueron destinados a residencia y taller de los hermanos cartujos (laicos).Para no perturbar el silencio y la soledad necesarios para la vida contemplativa de los padres cartujos, los Hermanos son trasladados aquí, a la Correrie, la zona más baja del centro monástico.La visita organizada en torno al claustro, dirigida por la arquitecta-museógrafa Catherine Bizouard, permite comprender mejor la vocación de los monjes y cómo se extiende por el tiempo.[3]​ Durante el recorrido se pueden contemplar 79 murales, que representan a cartujas de todo el mundo.Es en el último cuarto del siglo XVII, cuando el monasterio se construyó tal como lo conocemos hoy.
La Correrie de la Gran Cartuja.