El museo se construyó bajo la dirección del arquitecto Gustav Gull, un estudiante de Gottfried Semper.
Gull se basó en varios elementos arquitectónicos históricos de la Baja Edad Media y la Edad Moderna, combinándolos para crear un todo único.
El diseño incluyó salas históricas, interiores originales completos, techos de madera y otros elementos estructurales.
Estos siguen caracterizando la atmósfera del museo a día de hoy.
Con eventos especiales y visitas guiadas, el museo ofrece una plataforma cultural de la historia de Suiza y facilita un diálogo con la sociedad.