Los Khanenko viajaban con frecuencia por Europa, asistiendo a varias exhibiciones y galerías privadas.
Varvara unió fuerzas con Lykomsky y participó en la creación de la primera exhibición del recién inaugurado museo.
Gracias al apoyo de académicos ucranianos, una Varvara anciana obtuvo el permiso para residir en el museo, donde presidió el comité del mismo hasta su fallecimiento.
Actualmente el museo continúa trabajando en identificar y localizar estas parte de la colección perdida.
Dos años más tarde se inauguró la mayor exposición de arte asiático en el edificio anexo.