Se estima que la construcción del museo ha costado 50 millones de dólares.
Quienes esperan encontrar solo una representación clara de pogromos, Holocausto, dificultades y sufrimiento se sorprenderán gratamente al encontrar la historia judía rusa presentada como algo mucho más complejo, lleno de luchas y logros.
Los techos abovedados y los ángulos arquitectónicos limpios hacen eco de un mantra soviético temprano: cada vez más altos, camaradas, hacia el futuro radiante.
Mélnikov y Shújov incluso diseñaron la iluminación interior para que se asemejara a los rayos de sol sesgados.
[3] El consejo de administración del museo está integrado por Víktor Vekselberg, Guenadi Tímchenko, Len Blavatnik, Román Abramóvich, Vadim Moskóvich, Álex Lichtenfeld, Alexander Kliachin y Mijaíl Gutseríev.