Su construcción se demoró hasta 1859, finalizándose los trabajos en 1884, cuando ya los avances de la Artillería hicieron inútil la obra para los fines para los que había sido concebida.
Desde entonces ha ido creciendo y ofreciendo cada vez más fondos a la contemplación de sus visitantes.
Circundando el fuerte, los fondos se distribuyen entre las zonas ajardinadas y de vehículos históricos.
Está compuesta de ocho casamatas abovedadas y una caponera defensiva.
En su parte superior destaca un paseo entre piezas antiaéreas, en donde se puede contemplar el puerto de la capital.