La Fragua fue necesaria en todos los pueblos serranos de carreteros.
Normalmente era pública, aunque también las había de propiedad privada.
Los callos con los que se herraba al ganado, se construían en las fraguas, así como las clavijas, morriones, cuñas, cinchas para el cubo, charponeras, morenas, bociles, soportes de galga, chavetas...
Durante todo el año, las fraguas estaban activas, pero de manera muy especial en los meses de invierno, época en que residían la mayor parte de los carreteros en los pueblos serranos, donde reparaban y construían nuevas carretas.
Por la importancia que tuvo en la carretería, la fragua figura en el paisaje del Museo Carretero con un interés especial.