Su estructura sigue las directrices propuestas por el Plan Director del yacimiento, redactado en 1997,[1] y fue inaugurado en 2003.
Desarrollado en una única planta baja, sus fachadas exteriores son de ladrillo y presenta cubierta plana invertida.
[1] Como principal elemento, el museo cuenta con una gran vitrina en la sala de exposición permanente en la que se ofrecen piezas originales y reproducciones de los materiales recuperados en la excavaciones arqueológicas del yacimiento.
Entre los objetos expuestos se encuentran aquellos de uso cotidiano, así como otros que ayudan a comprender otros aspectos de la cultura romana, como las creencias o las instituciones.
Cuenta también con una maqueta reproduce la topografía de la ciudad y su entorno.