Muro de Aguas

Forma ayuntamiento con la localidad de Ambas Aguas, que está situada a 6,6 kilómetros.

[4]​ Dos largos muros paralelos encerraban la única calle con casas a ambos lados.

[4]​ Desde la Edad Media se explotaban minas de pirita,[5]​ mineral también llamado «cantalobos» en la zona.

[7]​ Allí existe una explotación minera dedicada a la extracción de pirita.

La economía en Muro de Aguas se basa principalmente en: El concepto de deuda viva contempla solo las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros, excluyéndose, por tanto, la deuda comercial.

Este hecho ha hecho que desde los años 80 en Muro de Aguas solo quede medio centenar de personas, que se han ido manteniendo hasta hoy, gracias a pequeñas industrias locales.

[12]​ Desglose de población según el Padrón Continuo por Unidad Poblacional del INE.

Tiene dieciséis caños por los que manan quince litros de agua por segundo todo el año.

[14]​ Con ella, los vecinos riegan sus cultivos, calman la sed y además da nombre al pueblo.

En la salida hacia Ambas Aguas, se encuentra un templete de planta cuadrangular, formado por cuatro arcos de medio punto cerrados en bajo por zócalo y reforzados por estribos en diagonal.

Estos cuatro arcos dan sujeción a una bóveda de aristas con nervios cruzados de ménsulas al intradós y tejado a cuatro vertientes.

En su interior, sobre tres gradas poligonales, se encuentra una columna corintia en arenisca rematada por un crucifijo que parece ser de bronce romanista.

Esta torre era de grandes dimensiones y tenía una planta pentagonal.

Al terminar la Eucaristía, en la parte exterior de la ermita, en una gran plaza y a la sombra de unos árboles, se repartían treinta docenas de huevos cocidos, dándoles uno a cada uno, mientras que a los monaguillos se les daban dos, y el que había llevado la cruz recibía tres.

Además se repartían seis cántaras de vino entre todos los hombres que quisieran.

[18]​ La víspera de la fiesta, los chicos y chicas del pueblo bajaban al Regadío del pueblo a cortar el mejor chopo que tenía el ayuntamiento; le quitaban la corteza para que quedara liso, y en la punta le dejaban una rama en la que ponían un gallo vivo.

Después el joven que quisiera intentaba llegar al extremo del chopo.

El domingo se celebra la procesión y misa por el patrón San Baudilio.

En estas fechas, el pueblo acoge al mayor número de personas, ya que se celebran en este mes tan señalado.

A este santo se le llevaban rosquillas, roscos, manzanas, miel..., que en la misa eran bendecidos por el sacerdote, y por la tarde, después del rosario, una persona contratada por el administrador subastaba los productos ya bendecidos debajo de un árbol situado frente a la iglesia y por ellos se ofrecía dinero o bien celemines de trigo.

Estas limosnas consistían o en dinero o en cereales (especialmente trigo), con lo que atendía a los gastos de cera, ropa y demás necesidades de la imagen.

El último día del año existía una costumbre que se llamaba «echar las novias», que consistía en hacer una lista con todos los chicos y chicas del pueblo.

A las doce de la mañana se celebraba una Eucaristía y después de la misa, acompañado por la música, se saludaba a la novia, que era la chica cuyo nombre había aparecido en la papeleta el día anterior.

La Rioja estaba cubierta por bosques de árboles ignatos, húmedos e impenetrables, en los que vivían estas especies de animales que, en La Rioja, solo han dejado sus huellas marcadas en la roca.

El Regadío , donde la gente del pueblo tiene sus huertas.
Vista frontal de la fuente
La fuente vista de cerca
Crucero
Antigua iglesia de Muro de Aguas
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de lejos
La ermita de San Millán
Romería de la Cruz, en Ambas Aguas
Huellas en el yacimiento del Chorrón del Saltadero
Yacimiento de huellas de dinosaurio de Valdeté