Munkholmen
Actualmente es un sitio turístico, pues además de ser un museo, ofrece posibilidades de recreación, sobre todo en verano, cuando la isla es utilizada como balneario.[1] La primera documentación sobre Munkholmen es la obra de Snorri Sturluson, quien narra que la isla, entonces llamada Nidarholm (nórdico antiguo: Niðarhólmr), se usaba en la Era Vikinga como sitio de ejecuciones.En la Edad Media se levantó aquí un monasterio, que funcionó hasta la Reforma protestante.En el siglo XVII se cambió el nombre a Munkholmen y se edificó una fortaleza, que fue utilizada como prisión estatal.Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis colocaron defensas antiaéreas en la isla.