Tejupilco deriva del náhuatl Texohpilco, el cual pierde la “h” por ser un sonido débil, oclusivo glotal, variando la O a U (el náhuatl tiene cuatro vocales; la variación O / U de la cuarta vocal es regional) y quedando como “Texupilco" y sustituyendo la consonante “x” por la ”j”, al variar históricamente en castellano el sonido representado X de [ʃ] a [x], representado con J, al variar históricamente el sonido representado por ésta de [ʒ] a [ʃ] y a [x]; se alcanza así la pronunciación y grafía actual “Tejupilco”.Tejupilco, al correr el tiempo fue expulsado por los Tecos, los que vivieron muchos años entre los tarascos a los quienes dominaron.Esta raza dejó algunos petroglifos, cerámica y figurillas de piedra, extendido su dominio por Nanchititla, Tejupilco e Ixtapan, donde fue su última morada, ya que no se volvió a tener noticias de este grupo.Los matlatzincas y otomíes se establecieron por muchos años en toda la región, donde tenían centros ceremoniales importantes.Posteriormente, Texupilco fue un asentamiento azteca para la extracción de sal, mineral que le dio nombre a este lugar.Tejupilco fue conquistado por los aztecas o mexicas entre 1475 y 1476 en el reinado de Axayácatl, por lo que en la época de la conquista se hablaba en la región Matlazinca y el Nahua o Mexicano.Las malas comunicaciones impiden el desarrollo local, pues no se produce la radicación en el municipio de empresas nacionales o transnacionales.[4] Tejupilco sería la cuna de grandes centros recreativos como balnearios y hoteles, tuviera hoy en día una poderosa economía, ya que también cuenta con una zona arqueológica que las autoridades no han querido mantener ni promocionar.Existe aproximadamente un 10% de viviendas a nivel municipal que no poseen agua potable entubada y el servicio se suministra por pipa.El drenaje o las obras de saneamiento se ubican principalmente en zonas urbanas del municipio.
En Tejupilco, la
sal
ha sido parte de la economía desde tiempos prehispánicos.