Municipio de Acambay

Las montañas y mesetas ocupan casi dos terceras partes de la superficie total del municipio.

En esta cadena destacan por su altura los cerros El Pelón, a aproximadamente 3400 m s. n. m., peña Redonda y peña Larga o Picuda de 3230 m s. n. m. También se encuentran los cerros: Las Palomas, El Colmilludo, San Antonio, Dongú, La Cumbre, La Manga, Gordo, San Lucas, Pueblo Nuevo, Cati, El Gato, Cruz Alta, Boshí, Guadalupe y Guardamonte.

Las especies sobresalientes son: Conejo, coyote, zorrillo, armadillo, zorra, camaleón, serpientes varias, cerdo, caballo, asno, perro, etc. siendo ésta una pequeña parte de la gran variedad que existe.

Destacan los comercios al por menor con el 39.4%, la industria manufacturera representa el 27.43%, mientras que aquellos dedicados a la agricultura y cría de animales conforman el 1.08%.

El municipio aunque no es de gran extensión cuenta con muchos pueblos que le proveen identidad y riqueza cultural.

Sobre todo porque estos fueron esenciales para que españoles e indígenas dieran pie al mestizaje; observable no solo en la apariencia de sus habitantes, si no en sus costumbres y tradiciones, enlazando así la sabiduría indígena con las ideas europeas.

Santa María Tixmadejé Pueblo antiguo fundado en las faldas de un majestuoso cerro decorado con peñascos y vegetación típica del clima templado.

Si bien no es muy célebre en otros estado del país, es rico en tradiciones; identificables fácilmente en su comida basada en mole de guajolote, arroz, tamales, pulque, tortillas y maíz (sobre todo este grano, ya que es base de su economía y alimentación).

Otro sello distintivo son sus manantiales de agua cristalina que le proveen del recurso vital para fomentar la agricultura.

Existen más de 8,000 habitantes en Acambay quienes hablan alguna lengua indígena, principalmente otomí y náhuatl.