Los tres pilares fundamentales en los que se basó la municipalización son: El proceso de municipalización educacional se inserta coherentemente dentro de una corriente anterior que intenta impulsar la privatización del sistema educativo.
[5][6] El traspaso de las escuelas y liceos a la esfera municipal no se considera la meta del proceso, sino solo un medio para luego efectuar el traspaso más radical de la subsidiariedad.
[7][8][9][10] Muchos sectores de la sociedad —entre ellos la Iglesia Católica— han expresado su preocupación por lo que ésta política significa.
[11] La desigualdad es en parte un problema de recursos; es una realidad que los establecimientos particulares los poseen y por ende son capaces de hacer inversiones por alumno para así obtener mejores resultados.
[13] Estos Servicios Locales agrupaban colegios de diversas municipalidades cercanas.