Existen varios manuscritos contemporáneos que explican las láminas de los Caprichos.
El que se encuentra en el Museo del Prado se tiene como autógrafo de Goya, pero parece más bien despistar y buscar un significado moralizante que encubra significados más arriesgados para el autor.
El segundo dibujo preparatorio es el que fue el Sueño n.º 28, realizado a tinta sepia y conservado en el Museo del Prado, lleva la inscripción Los mercaderes silvestres.
Nuevamente Goya simplifica el dibujo al pasar al grabado y las cinco figuras se reducen a tres y una de espaldas.
[3] Es una escena costumbrista sobre la rapiña y brutalidad de los bandidos andaluces.