A caza de dientes

Existen varios manuscritos contemporáneos que explican las láminas de los Caprichos.El que se encuentra en el Museo del Prado se tiene como autógrafo de Goya, pero parece más bien despistar y buscar un significado moralizante que encubra significados más arriesgados para el autor.[1]​ En este grabado se representa una superstición que prevalecía todavía entre el pueblo: una joven está arrancando un diente al cadáver de un ahorcado, el cual piensa emplear para realizar hechizos.En la mujer se refleja la repugnancia que el arrancar el diente le produce.Las figuras están envueltas en una noche tétrica que contrasta con la iluminación de los protagonistas.