Muchacha leyendo una carta

En primer plano destaca la habitual mesa cubierta por una alfombra, y sobre la que descansa un plato con frutas.

Completan el mobiliario una cortina roja sobre la ventana y una silla situada en la unión de las dos paredes visibles.

El uso de estos elementos, la silla, la mesa del primer término, son recursos bastante utilizados por Vermeer para encajar las composiciones.

En un primerísimo plano destaca un cortinón verde, suspendido de una barra horizontal, y recogido en el lado derecho del cuadro.

[2]​ Vermeer utiliza una pincelada densa en las luces, con bastante impasto, y pintura más diluida en las sombras; siguiendo el ejemplo de Rembrandt.

No es hasta 1862 en que el lienzo se identifica de manera permanente con Vermeer.

Joven leyendo una carta , Cupido restaurado en versión original del autor.