Esta dedicación al detalle hace que sean considerados verdaderas obras de arte, y a menudo son exhibidos en exposiciones, donde pueden ser apreciados por el público.Su realismo extremo los convierte en una opción ideal para producciones que requieren representaciones de bebés reales.[3] Sin embargo, se han empezado a utilizar como apoyo terapéutico para personas con Alzheimer u otras patologías cognitivas,[4] estados depresivos, ansiedad o síndrome del nido vacío.Plataformas como YouTube han surgido con miles de seguidores en todo el mundo que comparten su afición, compran o venden muñecos.[1] La creación del muñeco tomando como base un modelo de vinilo ya terminado se llama reborning.Los kits contienen además de las partes del bebé, los materiales básicos para su acabado: pestañas, ojos, pelo, relleno y tela para el cuerpo, pinturas, pinceles.Durante este proceso se va perfilando la apariencia que tendrán los miembros para semejar la piel de un recién nacido real; con sus rojeces en algunas zonas, más palidez en otras, pecas o venas visibles.