Fueron creadas por el pastelero Paul Fürst en 1890 y su nombre es un homenaje al compositor Wolfgang Amadeus Mozart.
Como dicha confitería no posee los derechos legales sobre la denominación "Mozartkugeln", existen numerosas imitaciones del producto, generalmente fabricadas siguiendo métodos industriales.
El maestro pastelero Paul Fürst llegó a Salzburgo en 1885 y abrió su propio establecimiento en el número 13 de la calle Brodgasse.
Lo siguiente es poner el palito de forma vertical con la Mozartkugel en lo alto para permitir que esta se seque y endurezca.
Aproximadamente 1,4 millones de Mozartkugeln al año se fabrican siguiendo esta técnica.