El evento privado, promovido por las empresas Iluminaciones Ximénez y Zigong Lantern Group, ocupa más del 50% de la superficie de la zona, rompiendo el sentido del tránsito y expulsando a la vecindad de la parte más comunitaria del Parque.
Con asambleas cada miércoles y concentraciones los domingos, la vecindad encontró la forma de hacerse escuchar hasta liberar el parque y que no se volviese a repetir tal evento en el mismo.
El parque público fue ocupado por un evento llamado el Festival de las Linternas.
Este evento se replica de una forma similar en otras localizaciones alrededor del mundo.
[2] Esta respuesta es producto de la privatización del parque, el nulo o escaso consenso de las asociaciones vecinales y la instalación de paneles negros (para evitar que las exposiciones del Festival fueran vistas desde el exterior) alrededor del evento.