El motor de cohete F-1, desarrollado por Rocketdyne, es uno de los motores más potentes jamás construidos y fue el motor de impulso usado para poner en órbita el pesado módulo lunar del Saturno V, que permitió la llegada del hombre a la Luna durante el Programa Apolo.
Un total de cinco motores F-1 se usaron en la primera etapa (despegue o lanzamiento), para poder proporcionar suficiente impulso a las siguientes fases del cohete.
El F-1 usaba como propelente oxígeno líquido y keroseno, en un suministro lineal de aproximadamente 2+1 t/s, resultando en una fuerza cercana a los 7 MN (meganewtons) de empuje.
Hubo un F-1A, significativamente más potente (9,1 MN) que sería usado en misiones posteriores a la era Apolo.
Sin embargo, no fructificaron en la práctica por el cierre de línea de producción del Saturno V.