Tales días no podrán acumularse en ningún caso a las vacaciones anuales retribuidas.
Los funcionarios podrán distribuir dichos días a su conveniencia, previa autorización, que se comunicará a la respectiva unidad de personal, y respetando siempre las necesidades del servicio».
Se decidió compensar a los funcionarios con seis días de asuntos particulares.
En lugar de cobrar más, los funcionarios aceptaron trabajar seis días menos y no cobrar la subida del sueldo que les correspondía ya que se ajustaron todos los meses como si tuvieran 30 días a efectos de cobro de nóminas.
Hasta 2007 en las diferentes revisiones del Estatuto Básico del Empleado Público únicamente se reconocían tres días de permiso para asuntos particulares.