[1][2] El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.
[3] La escultura, hecha en piedra, es obra de Francisco Asorey, y está datada en 1952.
El modelo para la obra fue su propio hijo José Manuel, al que se le esculpe con rostro impersonal, para representar a todos los soldados.
[4] Es una figura simétrica (cuyo eje es una gran espada que se sitúa clavada en la piedra de la base), rígida, muy esquemática, sólo tiene movimiento la caída y plegado de la capa que lleva.
[5][1] El monumento se vio sujeto a ciertas transformaciones con el paso del tiempo, por ejemplo, hacia 1960, con la apertura al tránsito rodado de la calle División Azul (llamada a partir de ese momento Ronda Norte), fue desplazado acercándolo a las viviendas de la plaza.