[1][2] El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3] La escultura, hecha en bronce, es obra de Víctor Ochoa, y está datada en 1997.[1][2] El general Sabino Fernández Campo, conde de Latores, secretario (1977-1990) y jefe (1990-1993) de la Casa del Rey y desde el 8 de enero de 1993 consejero privado vitalicio, por nombramiento del rey Juan Carlos I.[1] El busto de bronce, realizado en la Fundición Yunta, fue costeado por donaciones privadas y particulares, y es característico de la obra de Víctor Ochoa, quien pudo contar con el propio Fernández Campo como modelo.[4] Presenta firma: "Ochoa 1997" sobre la propia escultura.