Además encontraron osamentas humanas, pertenecientes a la cultura paleoindia la cual habría habitado la cueva hace 8000 años.En el año 1896, recibió la visita del geólogo, geógrafo y explorador polar sueco Otto Nordenskjöld, quien tras solicitarle a Eberhard un trocito de la piel, erróneamente lo clasificó como perteneciente al género Glossotherium.Fue Nordenskjöld quien en su paso por Buenos Aires dio a conocer este hallazgo en la Patagonia chilena, y que en los siguientes años generó una serie de excavaciones, tanto científicas como pseudocientíficas.[4] Una expedición británica organizada por el periódico The Sun, bajo el mando de Hesketh Prichard, intentó encontrar infructuosamente a un ejemplar vivo.Este monumento natural recibe una gran cantidad de visitantes chilenos y extranjeros cada año.