El enlace entre la meseta, las sierras de León y los Aquilianos, se realiza a través de los puertos de Manzanal (1.220 m) y Foncebadón (1.500 m), que ascienden rápidamente en el Morredero, que constituye en realidad un nudo orográfico, en el que varios cordones están colgados.
La Aquiana es el centro, desde donde el cordal desciende progresivamente en altura, por las Peñas de Ferradillo, la Peña de Voces y las Médulas, siempre a la izquierda del río Sil, hasta encontrarse con la Serra de las Yeguas, en los límites entre León y Galicia, que conduce directamente a la Peña Trevinca.
Son ríos, en general, de aguas limpias y libres que apenas han sido alterados por la mano del hombre (salvo en el Valle del Oza, del cual durante décadas tomo agua Ponferrada para consumo humano, intentando, actualmente, reducirse al mínimo la captación).
Estos ríos han permitido la formación de bosques de ribera, junto con una gran masa arbórea de robledales, encinares, castaños y reboñales, los cuales han dado cobijo a una importante comunidad faunística, entre la que destacan el águila real, el lobo, la nutria y el desmán.
Son montañas que sobrepasan o cercanas a los 2000 metros de altura, destacando entre ellas, Cabeza de la Yegua, Pico Tuerto, Pico Berdianías, Meruelas, Llano de las Ovejas, Funtirín, Cruz Mayor, Pico Tesón, Monte Irago, el Pico Becerril y la Aquiana (o Guiana), siendo esta última la que da nombre a toda la cadena montañosa.