Montando la bala

Stephen King ha inaugurado el nuevo milenio sacudiendo los cimientos de la industria editorial.

Tal como Alan temía cruza el pueblo sin que ningún conductor acepte llevarlo y así se adentra en la parte de la carretera que cruza el bosque y tras caminar hasta agotarse se detiene en la entrada del cementerio a descansar y posteriormente se dedica a pasear entre las lápidas.

Sintiendo con los ojos cerrados como George toca su cuerpo Alan comprende que todo era una prueba y ha fallado, pero para su sorpresa George no lo mata, simplemente abre la puerta del copiloto y lo arroja fuera del auto.

Al encontrarse con su madre confirma que esta recuperándose muy bien, pero ella comenta como ha soñado con el día cuando fueron a la feria y como se arrepiente de haberlo golpeado por no haber querido subir a la Bala tras esperar tanto tiempo.

El film fue protagonizado por Jonathan Jackson como Alan Parker y David Arquette como George Staub.

[4]​ Alan Parker, un joven estudiante obsesionado con la muerte, recibe una alarmante llamada, su madre ha tenido un ataque y se encuentra en estado crítico en el hospital.

Esa noche Alan deberá enfrentarse a sus demonios y tomar la decisión más drástica de su vida.