En su cono volcánico, se halla un cráter apagado que ha sido aprovechado por los lugareños, campesinos de fincas, como un embalse.
Anteriormente, la montaña fue usada como cantera para la extracción de picón, pero más tarde se revirtió a un lugar de almacenamiento.
Así pues, se considera la primera obra en ejecutarse de este programa, y el mayor de todos.
La superficie del embalse consta de 6,49 hectáreas.
[2] El acceso está parcialmente restringido, autorizado al personal del mantenimiento de la balsa.