Anteriormente a 2002, Metrovías utilizaba el mismo servicio y tecnología bajo el nombre Subtecard.Al ser un dispositivo RFID permitía la rápida identificación del usuario y la transacción de pago se realizaba en aproximadamente 1 segundo.[5] La tarjeta contienía un chip electrónico que guardaba el saldo monetario.La tarjeta se recargaba enfrentándola a un dispositivo de carga, desde el cual se le ingresaba el crédito solicitado y pagaba al empleado de boletería.[5] La tarjeta se podía emitir al portador o bien nominada, asignándole los datos del usuario; lo que permitía bloquearla en caso de pérdida, y reemplazarla por una nueva, trasladando el saldo anterior.