La pintura al fresco data de los siglos XVI-XVIII.
Fue conocido por varias reliquias conservadas allí, como iconos particularmente valiosos y documentos históricos.
[2] Éstas reliquias y documentos a menudo tenían un significado secular.
Particularmente importante fue un ícono dorado de San Jorge, del siglo XI-XII y que se perdió en 1921 durante un robo.
Sólo hay dos fragmentos conservados en el museo del Hermitage actualmente.