El monasterio Servitano (en latín: monasterium Servitanum) fue fundado en la segunda mitad del siglo VI por el monje Donato “el Africano”, que había sido expulsado del África romana durante una de las persecuciones vándalas.
Una mujer noble llamada Minicea les asistió, ayudándoles a fundar el monasterio Servitano.
[1] Los monjes debían seguir la disciplina de San Agustín que había predicado en su In octavo civitatis Dei libro.
Ercávica, que llegó a tener estatuto de municipio llegó a ser sede titular durante el Reino visigodo de Toledo.
A su muerte, Donato fue enterrado en la cripta de la iglesia del monasterio.