Su débil pendiente hacia el mar tiene un desnivel de 50 metros.
Es una región que posee un gran potencial agrícola.
En 1830, Francia encontró tribus que vivían en la Mitidja, donde cada tribu controlaba una parte del territorio.
Muchas tribus pueron forzadas a abandonar la tierra para cederla a los colonos, resultando en expatriaciones hacia la Nueva Caledonia y otras regiones.
Este libro fue editado en junio de 2010[1], en Argel, por ediciones Alpha.