Está ubicada en el departamento de Itapúa, Paraguay.
Fue fundada en 1685 a orillas del río Paraguay por los jesuitas Francisco García y Jerónimo Tiburon, aunque el asentamiento tuvo que mudarse varias veces por la hostilidad de los pueblos vecinos que los atacaban y llevaban como trabajadores, hasta llegar a lo que hoy queda a 38 km de la ciudad de Encarnación.
Llegó a tener cerca de 100.000 habitantes para 1800.
Se redescubrió casi dos siglos después, declarándose Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en 1999.
El diseño arquitectónico de esta reducción estuvo a cargo del arquitecto Antonio Forcada, de origen español, que impuso su estilo propio con arcos trilobulados característicos de la cultura musulmana que en aquella época predominaba en España.