Miquel Villà

A la edad de 13 años su padre, negociante de vinos, lo lleva con él a Colombia (Bogotá).

Allí frecuenta la escuela de bellas artes hasta 1918,[2]​.

En 1920 descubre París, que será su residencia habitual hasta 1930.

Traba amistad con Jean Fautrier, Marcel Duchamp, Togores, Pancho Cossío y el escultor Pablo Gargallo que le influirán mucho en su trayectoria artística.

A partir de 1930 reside principalmente en Cataluña: Barcelona, Masnou, Puebla de Segur, y pasa algunas temporadas en Ibiza.