La necesidad de diferenciar a unas marcas de otras, y así aumentar las ventas, hizo que los distintos productores recurrieran a distintos medios para promocionar sus productos.
Estas muestras se distribuían en muy pequeñas cantidades y directamente a los posibles compradores.
Esta práctica fue surgiendo en la misma época en todos aquellos países con una notable industria de bebidas alcohólicas, ya que en todos tenían el mismo tipo de problemas.
Desde entonces se pueden encontrar miniaturas en todo tipo de comercios, bares, hoteles, aviones, trenes, etc. y como objeto material que son, las miniaturas son un elemento tan susceptible de colección como cualquier otro.
Así llegamos a un mundo en el que se tienen en cuenta las más variadas características de cada botella: Y muchas otras características que definen a cada botella.