Mimetismo químico

Tales químicos engañan a otros organismos (por ejemplo, depredadores) por medio de una semejanza química adaptativa a un objeto, parte del ambiente; como consecuencia otorga una ventaja selectiva al productor del químico.[1]​ En todos los casos de mimetismo químico se encuentra que solamente proporcionan una ventaja a la especie mímica, mientras que causan un costo o no tienen beneficio para la especie engañada.[2]​ El mimetismo químico es más difícil de estudiar que el mimetismo visual, pero es posible que sea tan común como este.[3]​[2]​ Hay plantas como Amorphophallus, Rafflesia y Stapelia que producen olor a carne podrida, el cual atrae a moscas de las familias Sarcophagidae, Muscidae y Calliphoridae y algunas especies de escarabajos (Dermestidae y Silphidae) que ordinariamente depositan sus huevos en carne de animales muertos.[5]​[6]​ Los escarabajos aceiteros, Meloe, usan feromonas femeninas de abejas Habropoda para engañar a los machos y así ser llevados a los nidos, donde comen las reservas de polen y las larvas.
La orquídea Ophrys holoserica imita el olor de abejas Andrena hembras.
Rafflesia arnoldi , su olor a carne podrida atrae a insectos carroñeros.
Oruga de mariposa Ogyris genoveva (familia Lycaenidae) cuidada por una hormiga