La torre de la introspección

La última llegada al centro es Tamiko, una joven caprichosa cuyo padre, el señor Sakata, viudo y demasiado ocupado con su trabajo, ya no puede soportar los excesos.

Tamiko se confía al buen cuidado de la señorita Natsumura.

Entre peleas, huidas y desobediencias, los niños dificultan la vida de los educadores pero muestran un asombroso sentido de ayuda mutua cuando el director del centro les encomienda una faraónica labor consistente en cavar un canal para llevar agua al centro.

[2]​ En la película Los niños del paraíso (1948) de Hiroshi Shimizu, el soldado repatriado pregunta a los huérfanos que encuentra en la estación de Shimonoseki si han visto la película Mikaeri no tō (La torre de la introspección), les explica que él mismo es huérfano, y que este es el nombre de la casa en la que se crio, y luego decide llevarlos allí.

La película termina con la llegada del soldado y los huérfanos a Mikaeri no tō y la cálida bienvenida que les brindaron los niños del orfanato que vinieron a encontrarlos en el camino.