Turello siguió con un buen rendimiento pero continuaría con su mal comportamiento dentro de las canchas.
En 1944, fue denunciado por el árbitro José Berdasco, por hacer ademanes obscenos, asumir actitudes incultas y agresión, tras un 2-2 contra Huracán, el 17 de septiembre.
Terminó preso y la AFA por tales actos recibió un año de suspensión.
Lo cual implicó su tercera y más dura sanción, que lo suspendió por el término de cinco años.
Está sanción provocó, que decidiera retirarse del fútbol a los 30 años de edad.