Miguel Nolla

Sus productos se comercializaron en todo el mundo, y su empresa fue una referencia industrial en España durante la segunda mitad del siglo XIX.La familia política de Miguel Nolla desempeñará un papel fundamental, dado que para crear sus primeros negocios propios, el empresario se unió a su cuñado y su suegra.Miguel Nolla no se limitó a desarrollar negocios en la ciudad, lo cierto es que se implicó directamente en numerosas instituciones locales, como el Ateneo, con el claro objetivo de situarse en una posición de control, facilitando los contactos y gestiones relacionadas con las necesidades de sus negocios, principalmente en lo relativo a transporte y venta.Esta posición privilegiada hace de Miguel Nolla una personalidad relevante en Valencia, aunque su influencia es aún mayor en Meliana, donde su implicación económica, tanto a través de la fábrica como por sus aportaciones personales al municipio, le proporciona un gran prestigio.Había alcanzado una gran fama a nivel nacional y numerosos periódicos se hicieron eco de la noticia.La ortografía exacta es objeto de debate, por las distintas formas que constan en la documentación histórica.Se conocen tres variantes del segundo apellido de Miguel Nolla: Bruget, Bruguet y Bruixet.Las dos otras -y especialmente la forma Bruixet- constituyen unas variantes que aparecen en artículos de prensa o documentos no vinculantes.Así, vemos también que se utiliza exclusiva y sistemáticamente el segundo nombre -hecho común en la época- castellanizado Miguel, incluso en los documentos más importantes como pueden ser las actas notariales o las solicitudes de privilegios.Pero al mismo tiempo demuestra una personalidad paternalista con sus trabajadores, poniendo en marcha unas medidas de bienestar desconocidas en la época.Cabe destacar un hecho notable, que revela su profunda consideración para sus empleados: junto con él, se verán laureados también –aunque con un grado menor- varios de los trabajadores de la empresa, compartiendo así este gran honor.Así lo atestiguan los registros de la época, conservados en el archivo municipal, pero también los periódicos e incluso los testimonios.