Años más tarde, a comienzos de los 60, Guerberof participó además en obras de autores argentinos como José González Castillo, Copi, Roberto Arlt y Ricardo Monti.
Al estrenar la puesta de esta última en 2003 dijo: «Me parece más interesante un mundo anclado en la metáfora.
Es el pueblo quien lo transforma en una especie de muñeco al que luego se le cortan los hilos: el protagonista no puede hacer nada para evitar lo que le sucede y, como en un film, a la distancia, ve cómo se va involucrando en cada situación y cómo se va destruyendo poco a poco.
"[5] Agregó el director que el hecho de ser extranjero, de sufrir por no encontrar la forma de ser aceptado es un tema muy importante en la novela: K es un sujeto que no quiere sentirse forastero y que acepta todas las reglas que la ciudad impone; es diferente, porque imagina nuevos espacios y, además, porque ha sido enviado para modificar el estado de las cosas.
[6] Guerberof realizó muchos trabajos como actor, demostrando tal ductilidad que fue capaz de profundizar en el impactante mundo de Samuel Beckett o jugar a El gran señor, en un video del grupo Los Auténticos Decadentes.
Stanislavsky en la obra del director, maestro y actor Miguel Guerberof (1° ed.