Miguel Febles Padrón

Su padre, Ramón Febles Molina, fue asimismo un reconocido babalawo cubano, consagrado en el año 1887 por Ño Carlos Adé Bí Ojuani Boká.

En el año 1919, las sacerdotisas Victoriana Rosarena y Timotea Albear consagran a Miguel Febles Padrón en el culto a los orishas, realizándole las ceremonias correspondientes al Orisha Shangó.

Se cuenta que muchas veces a manera de juego, sus adultos le pedían que les hablara de algún signo y si lo hacía bien, a cambio lo premiaban con algunas monedas.

En los tiempos de su vida adulta, se dice que ninguna persona en el entorno religioso cubano, ni en los países a los cuales se extendió la diáspora, se atrevía a contradecir, o señalar negativamente de forma pública la práctica religiosa de Odi Ká.

En muchos aspectos, siempre se consideró a Miguel Febles Padrón como un continuador de la tradición yoruba heredada en América.