Miguel E. Schulz
D. Joaquín Norteña, una decidida vocación artística lo condujo a la Academia de San Carlos.Desempeñó el cargo sin abandonar los estudios en la misma Escuela Nacional de Bellas Artes y en 1876, terminó la carrera de escultor, aunque nunca se preocupó por obtener el título.La vocación lo impulsaba al ámbito romántico, pero en él resultaba imposible subsistir; y la ciencia, por razones obvias, no era la senda para un escultor que, entregado al ejercicio artístico, se había alejado insensiblemente.Ya sabía -y mucho- de ese contacto entre maestro y alumno, imperceptible para quien no lo vive.Atento a todos los niveles educativos, escribió dos textos para la enseñanza primaria superior, es decir 5º y 6º grados.