Se consume tal y como es producida por las abejas melíferas, no habiendo recibido procesamiento, filtrado o manipulación humana.
Los apicultores aficionados y los vendedores ambulantes pueden desarrollar sus habilidades apícolas produciendo miel en panal, que requiere una atención más metículosa que la producción de miel por extracción.
Las áreas boscosas no son tan adecuadas para la producción de miel en panales, ya que las abejas tienden a recolectar más propóleos, lo que dificulta la recolección de miel en panales.
Este problema se ha eludido en gran parte con la adopción de cuadros especializados, como el cuadro Ross Round, que evita la acumulación de propóleos en las unidades vendibles.
La producción exitosa de miel en panal requiere que la colmena permanezca atestada de abejas sin que se llegue a provocar el enjambre.