Dicho fenómeno se conoce por el nombre de piezoelectricidad.
El diafragma está formado por dos placas de cristal de cuarzo que cuando actúa una onda sonora hace que se doblen y generen tensión eléctrica.
El diagrama polar del micrófono de cristal es omnidireccional.
Como ventajas más destacables cabe citar su bajo precio y su elevada sensibilidad (1mV/µbar).
La calidad sonora, si bien es aceptable para la palabra, no resulta apropiada para la música, ya que su curva de respuesta, que abarca de unos 80 Hz a los 16 kHz, es irregular.