Se caracteriza por el uso de la cámara oscura, lo que, como a Bellotto, le hace ejecutar una pintura con claroscuros abundantes.
Estudió a fondo la pintura de Giovanni Antonio Canal, il Canaletto,[2] su trazo fue cálido, brillante y con delicada construcción atmosférica.
Fue entonces fácil que los viajeros llevaran la imagen de Venecia a lugares distantes, mostrando así su encanto y belleza.
Esta vista del Gran Canal con Santa Maria della Salute ingresó en la colección Thyssen-Bornemisza en 1970.
La pintura se ha datado en la última etapa del pintor, hacia 1738-1740, y está considerada por la crítica una obra autógrafa.