Conrad visitó después las universidades de Ginebra, Nápoles y París.
Tras esto, permaneció durante dos años en Ginebra dedicado a la enseñanza como maestro en una escuela alemana luterana.
Este año, se desplaza a París donde seguirá cinco años en la docencia del Institute polyglotte.
Aquí Conrad se convirtió muy pronto en una figura central del movimiento naturalista.
En esta revista, Conrad desarrolló numerosos ensayos, editoriales y críticas, todos orientados para una renovación de la literatura alemana con respecto al realismo y naturalismo, pero también extendiendo esta renovación a la sociedad.