[1] Tras realizar sus estudios, Duchet estuvo en la École normale supérieure (Sèvres), hizo su agregación, fue asistente en la Sorbona, enseñó en la E.N.S.
Sus imperativos morales marcaron definitivamente toda su trayectoria, un tanto atípica por su compromiso con el presente y con el significado político de su indagación.
Su libro capital es Anthropologie et Histoire au siècle des Lumières.
Al ser editado de nuevo, en 1995, Claude Blanckaert en su posfacio recordaba que Michèle Duchet había profundizado a su manera su estudio histórico sobre la formación en el siglo XVIII de eso que sería llamado en la centuria del historicismo y en el siglo XX, la Antropología (Claude Levi-Strauss había marcado que Rousseau era el "Fundador de las ciencias del hombre" en Ginebra, 1962).
En este manifiesto con observaciones cobra la idea del 'hombre natural, y pese a su ilusión reformista parcial, confiere "a los pueblos el poder de obrar sobre su destino" y transfiere "al cuerpo político la inmensa energía de que dispone toda la especie"; así que "la era de las revoluciones anuncia que, en el ser colectivo que se ha lanzado a su proceso de civilización, la naturaleza está actuando aún".