Michèle Bennett

Perteneciente a una familia acomodada mulata, era también sobrina del Arzobispo haitiano Monseñor François‑Wolff Ligondé.[5]​ y por línea paterna era bisnieta de un británico que se había asentado en Haití.[4]​ Al terminar sus estudios, trabajó como secretaria en Garment district para una firma que fabricaba pantuflas femeninas.De este primer matrimonio nacieron dos hijos varones, Alix y Sacha.Poco después entabló amistad con el presidente vitalicio Jean-Claude Duvalier, a quien había conocido cuando era una niña en la escuela College Bird.Uno de sus proyectos favoritos y más conocidos fue la remodelación del Palacio Nacional.Jean-Claude respondió, bajando los precios de los alimentos en un 10 por ciento, pero el silencio se había roto y la opinión popular estaba cambiando rápidamente.Michèle invirtió más tiempo en apariciones públicas, convencida de que podrían recuperar la confianza del país.En 1986, el régimen estaba por colapsar, la presión de los gobiernos extranjeros era demasiado grande.Aunque el gobierno francés sólo les dio un plazo para permanecer en dicho país, la familia se quedó permanentemente.Vaciaron los fondos de la institución, abandonaron los proyectos y permitieron el saqueo e incendios en los edificios que Michèle había construido.Haití cayó en el caos político y social sin Duvalier al mando.La ex primera dama era una de las favoritas en las boutiques más exclusivas del país, haciendo compras por en la conocida joyería Boucheron y en Hermès.Ella sigue en Francia, junto a sus hijos y se apellida Duvalier.Entre sus amistades destacan figuras importantes de la política francesa como Jacques Chirac.