Cuando su novela Caramelos fue publicada en China, causó un gran escándalo por el retrato que hacía de los suburbios de Shanghái con un estilo duro y cruelmente sincero.
[2] Esto catapultó su fama en el panorama internacional,[3] convirtiéndose en un top ventas en Francia en 2003.
En su demanda, pedía la cantidad de 61 000 yuanes y una disculpa pública.
[4] La respuesta del gigante tecnológico fue eliminar el libro de su biblioteca.
Apareció en 2013 en el documental Google and the World Brain.