La película, dirigida por Carlos Morelli, fue una coproducción entre Uruguay, Argentina y Brasil con un presupuesto estimado de US$ 800.000.
Brilla con sus goles, pero se transforma en un jugador mezquino, abandona la escuela y no tiene amigos.
Cuando Tito está a un paso de consagrarse, algo inesperado hará que su sueño se rompa.
Tito deberá enfrentar el desafío más difícil de su vida: levantarse y seguir adelante.
Sebastián Lasarte opinó: Gonzalo Hernández Waller dijo del filme: