La música corre a cargo del maestro Francisco Alonso, quien emplea todos sus conocimientos sobre los gustos del público en una partitura muy interesante, con una fuerte presencia de la técnica y de la línea melódica moderna mezclada con concesiones a números más clásicos.
En esta tarea le ayuda Mosquera, un sinvergüenza que saca partido de cualquier situación.
Pero este truco tiene sus consecuencias: una vecina vedette, llamada Susana, cae enamorada perdidamente de Alejo.
Él les hace una oferta para que ella sea infiel a su marido.
Aceptan la oferta con la condición de poder llevarla a cabo en otro lado, proponiendo California.